COMO AYUDAR A
CONSTRUIR
UNA MENTE BIEN ORDENADA
UNA MENTE BIEN ORDENADA
-FORMAR
ESTRUCTURAS COGNITIVAS-
Lorenzo
Tebar Belmonte
“Lo que de antemano distingue al peor arquitecto de la mejor
abeja
es que aquél ha construído el panal en la cabeza antes de
construirlo en la cera”. (C. Marx)
Palabras
clave: Habilidades cognitivas, asimilación,
inducción, deducción, insight, metacognición, interdisciplinariedad, didáctica,
paradigma.
1.
CLAVES
PARA UN CAMBIO PEDAGÓGICO
El
título no debiera sonar a pretencioso, sino que debiera entenderse como la
orientación que guía los objetivos más coherentes y laboriosos de la función
docente. Una de las metas esenciales, por lo tanto, a través del aprendizaje
por competencias, es formar una mente estructurada. La expresión tiene
esencialmente una connotación sociocognitiva, se refiere al desarrollo
progresivo y multidisciplinar, tanto cualitativo como cuantitativo, de las habilidades de pensamento,
posibilitando, a través de los contenidos de las disciplinas curriculares, que el
educando logre altos niveles de abstracción en sus tareas mentales
interiorizadas.
Los
pensadores – a modo de ejemplo- han expresado las metas de la educación con la
perspectiva continuista con la que hoy se formula el aprender a aprender durante toda la vida, de formar espíritus
capaces de organizar sus conocimientos y de seguir aprendiendo. Se habla de
preparar al ser humano para seguir aprendiendo en la sociedad del
conocimiento, pero en una sociedad incierta (Hargreaves); dotar al
educando de métodos y estrategias potenciadoras de nuevas competencias
intelectuales; “quiero enseñarle a
vivir”, pretendía Rousseau en su pedagogía con Emilio; y Dukheim, que
reconoce que educar no es dar al alumno unos conocimientos cada vez más
numerosos, sino “crear en él un estado interior profundo, una especie
de polaridad del alma que le oriente en un sentido definitivo no solo durante
la infancia, sino para la vida entera”.
Toda
estructura es el resultado de un proceso
de asimilación. Es una síntesis de un proceso complejo, en el que los conceptos,
los principios, las relaciones entre los conocimientos adquiridos, no quedan en
una simple acumulación, sino en una elaboración de conceptos jerarquizados,
conforme a los criterios que se han ido descubriendo, para dar consistencia lógica
al pensamiento del educando.
La
integración de las partes de un edificio en la mente de un arquitecto –siguiendo
la analogía de Marx, que encabeza estas líneas- se plasma en una estructura
integrada de todos los elementos a través de un proyecto o un diseño global. La
estructura los organiza, los ensambla y les da sentido y unidad. Esto mismo
queremos afirmar con la expresion estructura
integradora, que aporta sentido a las partes dispersas de un todo. Pero es
importante entender que la estructura es el producto de un camino de comprensión.
Es el resultado último de la integración de los aprendizajes.
Cuando
hablamos de una mente bien hecha,
estamos aludiendo a una mente sin fisuras, donde los conocimientos tienen su
significado auténtico y donde cada uno de los actos mentales ha ido
construyendo el edificio completo. ¿Quién ha creado este armazón de todas las
partes?: El cemento aglutinador que permite el paso vertiginoso de un ámbito de
la mente a otro, que establece la corriente comunicadora entre todos los bloques
del saber, es el conjunto de las habilidades
cognitivas. Aludimos a la taxonomía de actividades interiorizadas
–operaciones mentales piagetianas- que deben constituir el auténtico trabajo
programado por el docente y realizado por los educandos en el aula. Sin esta
clave el edificio de la construcción de la mente de la persona no se ha
entendido. Éste es hoy el punto esencial
en la formación cognitiva y didáctica de los docentes.
Nos
podemos preguntar por la forma como construimos estructuras mentales en
diversos contenidos con los que trabajamos a diario en las aulas. Y ésta
debiera ser la gran cuestión que ponga en comunicación a todos los
constructores de ese maravillosa obra de ingeniería que es la mente humana.
Porque lo que importa, a fin de cuentas, es que todo el proyecto quede
ensamblado, que sus partes forjen una unidad e intercomunicacion fluida y
consistente. No es gratuito afirmar que en este punto se encuentra la mayor revolución que exige un
aprendizaje por competencias: la orientación unitaria de un proyecto
estructura de todos los que trabajan en la formación de la mente, que todos
atiendan a ir elevando los pisos –los niveles de complejidad y abstracción- al mismo tiempo que van armonizando la
consistencia y la carga del edificio en su conjunto.
El
camino normal de instrucción debiera ser el inductivo, es decir, fundamentar todo aprendizaje sobre los
conocimientos previos, siguiendo a Ausubel. El autodescubrimiento será siempre una fuente de motivación intrinseca
para el alumno, que el buen profesor no debe olvidar. Pero, aunque vayamos, por
lo general, de lo simple a lo complejo, de lo conocido a lo desconocido, de lo
fácil a lo difícil, podemos desafiar y provocar para problemas y saltos
mayores, que también ayudan a crecer en motivación,
por la gratificación que supone la conquista de una meta que nunca nos hemos
propuesto por desconfianza de nuestras propias fuerzas. Por esta misma razón
resulta tan difícil iniciar a los alumnos en el campo de la generalización y la
elaboración de principios y conclusiones. No podemos olvidar que todo cuanto
concierne al insight supone un
elevado nivel de abstraccion, para el que hay que saber guiar lentamente al
alumno y evitar que se rinda y descorazone antes de tiempo. Todo salto a otro
contexto, a una generalización, exige la experiencia, el conocimiento
vivencial, que generalmente no posee todavía el niño ni el adolescente. En este
tramo se necesita la mediación cuidada del profesional que ayuda a salvar las
dificultades de la novedad y de lo desconocido.
Pero
lo que no podemos obviar del insight es que no puede darse –como tampoco el
discernimento profundo- sino cuando hemos pasado por los filtros anteriores de
la definición, la comparación y el análisis, que fundamentan las habilidades cognitivas inmediatas de
clasificación, analogía, deducción, etc. Estamos clarificando el camino a
seguir, desde las habilidades cognitivas básicas hasta quellas que llevan a la
cima de la abstracción.
La
carencia de estructuras se evidencia en la avidez de recetas que muchos
docentes exigen en la formación, rehuyendo toda complicación teórica, o en la
casuística de los educadores faltos de recursos que buscan respuestas concretas
a sus problemas. Una moral de casos, falta de autonomía para tomar decisiones o
dar juicios definitivos sobre la conducta, no puede depender de una simple teoría
o de una lección aprendida de memoria. Las actitudes son la expresión de un
pensamiento autónomo y coherente, estructurado, que se ha forjado por la
amalgama de principios, conocimientos, afectos y vivencias. El déficit en la
formación generará nuevos problemas y, a la larga, una baja calidad en la
educación. No debemos rendirnos y hacer de la formación un recetario o un
repertorio de casos. La profesionalidad
del docente se afianza ahondando en el paradigma de una educación
sociocognitiva que se expresa en nuevos métodos y en la construcción más
coherente de la mente.
2.
ELABORAR
UNA TABLA DE CLASIFICACIÓN:
Para elaborar una tabla de
clasificación necesitamos seguir un proceso como éste: Definir características
de los objetos o elementos que tenemos, compararlos, para identificar los
rasgos comunes y los difentes; acto seguido realizamos una serie de inferencias, que si no ponemos atención
se nos pasan por alto. La inferencia es una capacidad deductiva importante en
el ser humano, fruto de sus conocimientos previos y de su rápida y espontánea
facilidad para comparar y tomar decisiones. Pero debemos estar alerta para
comprobar que las inferencias son correctas y no fruto de nuestros prejuicios y
de la precipitación de nuestra exploración de la información. Pero, en todo
caso, analizar las inferencias que los alumnos deducen de sus nuevas
informaciones constituye un capítulo importante en el uso correcto del arte socrático de la mediacion.
Si
queremos realizar la clasificación de un conjunto de objetos, no podemos saber
las columnas y las filas que tiene una tabla o una base de datos, sino después
de estudiar las características de todos los elementos que queremos representar
en esa tabla. La forma y estructuración de la tabla es una conclusión inducida.
La tabla debe ofrecer todas las posibilidades y prestaciones que le son
propias, una vez dispongamos del diseño de dicha tabla, según los datos que
manejamos. Solo la podemos concretar cuando hemos integrado los elementos que
la componen.
OBJETOS
|
COLOR
|
TAMAÑO
|
FORMA
|
Cuántos colores diversos hemos
encontrado en el grupo de objetos para clasificar.
|
Cuantos tamanos hemos
distinguido entre los objetos.
|
De cuántas formas se presentan
las figuras que debemos clasificar.
|
|
1
|
-Añadir columnas con relación a
los diversos colores encontrados.
|
Añadir columnas, segun los
diversos tamanos localizados.
|
Añadir
tantas columnas como formas diversas hay en las figuras clasificadas.
|
2
|
Id
|
Id
|
Id
|
En
el ejemplo propuesto debemos denunciar una primera deficiencia: la excesiva
generalización en los tres conceptos
superordenados (color-tamaño-forma). No basta, en una clasificación,
agrupar los elementos que tienen color, pues todos tienen color, como también
forma y tamaño. Una buena clasificación debe determinar los campos o
subconjuntos de cada criterio: En el color serían: blanco, negro, rojo, azul…,
que supondrían otras tantas columnas debajo de donde hemos indicado el concepto
superordenado abstracto: color.
Éste
es el primer escollo de una clasificación excesivamente generizadora, que no
sirve para los objetivos de extraer nuevas informaciones de la organización de
la información, que esto sería una defición aproximada de clasificación. Por
eso, enseñar a clasificar exige un proceso
inductivo: Vamos de lo concreto, de lo particular a lo general, para, de
nuevo, volver a lo deductivo, aplicando el principio a cada uno de los casos
(peducción). En ningún caso podemos aventurar las columnas que tiene una tabla,
si antes no hemos una exploración y una síntesis –inducción- del principio que
abarca a todas esas característica. Sólo cuando hemos seguido ese camino,
llegamos a concebir una estructura de organización de la información en los dos
parametros de una tabla: columnas (criterios) y filas (elementos a clasificar).
Este
ejemplo debería enseñarse también para ver el problema que se le plantea a la
persona que nunca ha hecho una clasificación y, cuando aprende informática y
debe insertar una clasificación, cuáles son las decisiones que toma para
transportar dicha tabla a su pantalla (?). Siempre será para el docente un
descubrimiento parar mientes sobre esta experiencia tan vulgarmente repetida
hoy en nuestras aulas, donde las TIC prevalecen a la formación de habilidades
de pensamiento… Y no debemos olvidar la preciosa descripción de los procesos
esensiales de la maduración, que nos aporta Delors en su obra paradigmática: “La educación
es, ante todo, un viaje interior, cuyas etapas corresponden a las de la maduración constante
de la personalidad... La educación es, a la vez, un proceso extremadamente
individualizado y una estructuración
social interactiva” (Delors: 108).
3.
REPRESENTACIÓN
DIDÁCTICA DEL SILOGISMO
No
podemos expresar en una modalidad distinta de la verbal un silogismo sino después
de saber las extensión de cada una de las proposiciones
que la componen. Saber cual es el elemento que se repite en ambas y que es el
nexo de unión entre ambas afirmaciones. Necesitamos saber aplicar las reglas
que rigen el silogismo para poder dar sentido a los elementos del cuadrado que
los integra a todos. Vemos, pues, que un cuadro que re presente los datos
integrados es una estructura nueva que revela esa integración, extensión y relación
entre las partes, pero con el sentido pleno de la relation lógica que nos
llevara a la conclusión. Como
podremos re presentar el más universal de los silogismos, si no conocemos
previamente su elaboracion, significado y su posición, según el menor o mayor
grado de extensión.
Puede
servirnos de ejemplo este silogismo: “Todos los humanos son mortales; Sócrates
es humano; luego Sócrates es mortal”.
La
dificultad mayor la encontramos en la organización de las premisas, para lo que
es imprescindible conocer la extensión de cada uno de las proposiciones.
Siempre hallaremos el término medio, que se repite en las dos premisas y que
debe desaparecer en la conclusión. Podemos empezar por aclarar el concepto de predicado que tiene una amplitud mayor
que la de el sujeto, aunque este abarque a todos los elementos del conjunto. Si
decimos: “Todos los alumnos de la clase” ... son inteligentes. El predicado
“inteligentes” se refiere a toda la clase, pero la amplitud de “inteligentes”
es más extensa que los alumnos de la clase. El mundo de los inteligentes no se
termina en la clase. De ahí se verá la importancia de la distribución de las
premisas en el lugar correspondiente del cuadro que sigue:
Proposiciones
|
Extensión
menor
|
Extensión
media
|
Extensión
mayor
|
Premisa 1ª
|
Todos los humanos
|
Son mortales
|
|
Premisa 2ª
|
Sócrates
|
Es humano
|
|
Conclusión
|
Sócrates
|
X
|
Es mortal
|
Las dificultades que presenta el
silogismo nos llevan a constatar la necesidad de fundamentar todo proceso
abstracto sobre bases bien aprendidas. Creemos imprescindibile haber antes comprendido
bien el concepto de transitividad,
que consideramos inmensamente creativo y pedagógico en la propuesta de R.
Fuerstein. Resaltamos la importancia que este autor da en su guía didactica al
esfuerzo de adaptación y de creatividad que exige al mediador, para ayudar al
educando a elevar lentamente su nivel de interiorización –abstracción-
partiendo de las imágenes, los símbolos y las representaciones de los
conjuntos, diagrama de Venn, para la comprensión y elaboración de las
conclusiones de los silogismos.
Los
mediadores formados en este programa conocen el nivel desafiante que este tema
exige del docente, si es que realmente quiere que los alumnos lleguen a dominar
las habilidades superiores en las que lentamente ha preparado y ha ido formando
a sus alumnos. La lectura
comprensiva de este cuadro es un interesante ejercicio de deducción sobre las leyes del silogismo, que nos dan una
justa definición de la lógica formal
–regida por reglas-, que guían la actividad intelectual.
4.
LA
INTERDISCIPLINARIEDAD COMO EJEMPLO
Edgar
Morin demostró en su elogio a la
complejidad que necesitamos aprender a controlar las tareas más complejas
para poder tener una justa estimación de lo que es la vida misma. La revolución
de la pedagogía de nuestro tempo tiene su piedra de tropiezo en la multidisciplinariedad. Pasar de un
pensamiento parcial a otro global –gestáltico- que nos permita ampliar nuestro
reducido campo de visión, exige una nueva cultura del aprendizaje más interdisciplinar. El encasillamiento de
las materias escolares nos da una visión segmentada, parcial, episódica de la
realidad y de la ciencia.
Gardner
propone formar la inteligencia
diciplinada, referida al contenido de alcance disciplinar y no de una
materia concreta. Es imprescindible entender que la didáctica debe ser abierta,
pero necessariamente completada con una mayor experiencia y una visión cada día
más panorámica.
Nos
atreveríamos a formular una serie de dilemas
didácticos, inspirados en R. Semerara, que proponen diversas secuencias de
cambio pedagógico en las disciplinas curriculares. Podrían enunciarse así:
-
De lo simple a
lo completo, de lo sencillo a lo complicado, de lo familiar a lo extraño.
-
De la visión
sincrónica a una visión diacrónica de la Historia.
-
Del episodio
al proceso evolutivo de los acontecimientos.
-
De la visión localista
a la universalidad de la cultura, de la ética, de los valores.
-
De la aplicación
personal al imperativo categórico universal.
-
De la intuición
a la lógica formal del saber.
-
De la
espontaneidad a la creatividad.
-
Del sonido al
discurso musical.
-
Del gesto a la
expresión corporal.
-
Del lenguaje
de la palabra a la diversa expresión de las modalidades de comunicación.
-
De la
inteligencia lógico matemática a las lógica de las inteligencias múltiples.
En la visita a
la fábrica del Airbus de Toulouse vi plasmada de forma inapelable la definición
de estructura. La construcción de una nave espacial, que simula un inmenso
salón que imprende vuelo, exige una fuerte y segura estructura que integra el
cuerpo y las alas de esta inmensa ave de metal. Su laboriosa y completa
realización es un precioso modelo de conjunción y suma de sistemas, que
permiten el milagro de esa maravilla aeronáutica, que a todos nos asombra por
su perfección y seguridad. Aunque no caben analogías, sí que las comparaciones
nos permitan descubrir los limites y posiblidades de una imagen tan diversa de
lo que es la maravillosa tarea de construir una mente estructurada.
5.
A
LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO PARADIGMA
Es
evidente que el trabajo interdisciplinar en el aula permite una visión más
amplia, comprensiva y estructurada del conocimiento. Subrayamos,
finalmente, la importancia de los procesos
metacognitivos para la acumulación de los conocimientos y para la toma de
conciencia para la construcción de estructuras mentales. No aprendemos si no
somos conscientes de que aprendemos, no acumulamos ni jerarquizamos nuestros
saberes sino en la medida que conectamos, relacionamos y organizamos el
universo de nuestros conocimientos y construimos la estructura que permite
desarrollar con ellos nuestras formas de pensamento más complejas, tomamos
nuestras decisiones y resolvemos los conflictos y problemas, como expresión de
nuestras funciones cognitivas superiores y del más alto nivel mental.
Echan de menos
los educadores la fundamentación
humanística y la lenta maduración del pensamiento de los jóvenes de hoy.
Luc Ferry, tras su experiencia de Ministro de la Instrucción Pública en
Francia, nos ha dejado una preciosa obra (Apprendre
à vivre) que subtitula: Filosofía
para mentes jóvenes. Se trata de un precioso esfuerzo de ayudar a entender
a los estudiantes el camino que ha realizado la humanidad buscando respuestas a
los problemas hondos que le han preocupado a lo largo de su historia. El
filósofo francés hace un ágil y asequible estudio
transversal, siguiendo tres ejes o temas esenciales: La teoría o
inteligencia del mundo, la evolución del sentido de la justicia –ética- y cómo
el hombre ha buscado la sabiduría que le lleve a su salvación. Toda una novedad
en el enfoque didáctico del autor, que dejando las biografías de los filósofos,
se centra en la evolución y progresión del pensamiento humano. Es justo
subrayar la honestidad de pensamiento de Ferry, que siendo agnóstico, se
proclama sincero buscador de la verdad, siguiendo los pasos de los grandes
pensadores de todos los tiempos. Un precioso estudio que, sin duda, puede
enseñar a pensar, a estructurar las mentes, siguiendo las huellas de los
grandes maestros de la filosofía.
Es conocido el
principio de Pascal: “Considero imposible
conocer las partes sin conocer el todo”, que nos remite a la necesidad de
llegar a definir un nuevo paradigma
integrador en educación. Morin anuncia “la
emergencia del paradigma cognitivo
que comienza a poder establecer unos puentes entre ciencias y disciplinas no
comunicantes” (2002: 157). Pero, cualquiera que sea el enfoque de nuestro
paradigma preferido, debe resultar prioritario asumir la centralidad y
protagonismo del sujeto, del educando, como ser complejo, que nos exige cada
vez más ciencia y arte, armonizadas, para la trascendente tarea de colaborar en
su construcción integral.
No nos faltan
motivaciones para un cambio pedagógico
en profundidad. La misión mediadora de la educación se abre al horizonte del
futuro. Concluimos con esta interpelación de la Comisión Europea: Necesitamos
revisar la urgencia del cambio que reclama la sociedad del conocimiento, para
poder encontrar “las cartas náuticas para un mundo complejo y en perpetua agitación, la
brújula para navegar por él” (Delors, J. 95).
__________
Bibliografía
orientadora:
Delors, J. 1996): La educación encierra un tesoro. Madrid:
Santillana-UNESCO.
Ferry, L. (2007): Aprender a vivir. Madrid: Taurus.
Gardner, H. (2005): Las cinco mentes del futuro. Barcelona:
Paidós.
Hargreaves, A. (2003): Teaching in the Knowledge Society. GB:
OUP.
Machado, L.A. (1999): La revolución de la inteligencia.
Barcelona: Six Barral.
Morin, E. (2001): Los siete saberes necesarios para la
educación del futuro. Barcelona: Paidós.
(2002): La mente bien ordenada. Barcelona: Seix Barral.
Semerara, R. (1982): L’interdisciplinarietá nell’insegnamento.
Firenze: Le Monnier.
Tébar, L. (2008): El profesor mediador del aprendizaje.
Bogotá: Magisterio.
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